miércoles, 13 de julio de 2011

LOS INCAS DEL VILCABAMBA

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1.1.- ANTECEDENTES
Entre 1565 y 1572 el virreinato del Perú fue conmovido por acontecimientos ocurridos principalmente en el Cuzco. La resistencia indígena, acaudillada por Manco Inca desde 1536, y las guerras civiles que enfrentaron a los españoles estremecieron durante quince años el territorio del antiguo Incario. El estado rebelde de Vilcabamba fundado en 1537, se opuso al poder español por 35 años, hasta que en 1572, fue ejecutado el ultimo Inca rebelde Tupac Amaru I, por el virrey Toledo.
A esos graves conflictos, se sumaron el intento de sublevación general azuzada por Titu Cusi Yupanqui desde Vicabamba, la rebelión de los mestizos hijos de españoles en mujeres nobles indígenas, y el movimiento religioso nativista Taqui Oncoy. Este último significaba la reaparición de las Huacas Pachacamac y Titicaca combatientes contra el Dios Cristiano y la ocupación Española
1.2.-MANCO INCA Y LA RESISTENCIA
Manco Inca, hijo de Huayna Capac y de la colla Mama Runtu, entre aproximadamente 300 hermanos nació en el Cuzco posiblemente en el valle de Yucay por el año 1516.
Cuando se llevó a cabo la violenta represión de los Hurín contra los Hanan, varios nobles lograron escapar de estas bárbaras medidas punitivas, entre ellos el mozo Manco Inca, quien contaba con aproximadamente quince años y siguiendo consejos de sus mayores se protegió en la espesura de las altas selvas del Cuzco.
Ya por el año 1532 o 1533 reaparece, decidido a recuperar el trono, es así que convencido en un inicio del apoyo de los castellanos, para vencer a sus enemigos, prosigue su avance al Cuzco aclamado por la gente, siendo reconocido Rey por los viracochas.
1.3.- CAUSAS
Desilusión por la actitud los españoles sus aliados, pues el nuevo inca pasó ser tratado como una figura decorativa que ya no servía para los intereses peninsulares, vio venir lentamente el desengaño, observando en los españoles una conducta aberrante (violaciones, robos, torturas, saqueos, humillaciones y asesinatos, del respeto pasaron los españoles al vejamen; y del cinismo a la burla, incluso él mismo tuvo que soportar varios ultrajes, estando dos veces preso y encadenado.
El juramento de Manco Inca Yupanqui y sus capitanes en el pueblo de Calca, en mayo de 1536, constituye un acto trascendental para la Historia del Perú y de su ejército, porque significó el compromiso de los incas de luchar hasta la muerte, para echar a los españoles del Tahuantinsuyo y restaurar la antigua soberanía Inca.
Terminada este acto ceremonial, Vila Oma el sumo sacerdote es nombrado Capitán general del ejército imperial y Paucar Huamán como "maestre de campo".
En los primeros días de mayo de 1536 comenzó la concentración en torno la ciudad del Cuzco, de las fuerzas provenientes de cada uno de los "suyos" que se estima que llegaron aprox. 50,000 a 400,000 hombres de guerra.
1.4.- ATAQUE AL CUZCO
A fines de abril de 1536 Manco Inca decidió atacar en siete frentes distintos la ciudad del Cuzco, pero sin embargo el inca, no atacó de inmediato, pues decidió tomar primero Sacsayhuamán, derrotando a los Cañaris[5]que habían sido conminados por los españoles a defender la fortaleza tras dos días de combate, prosiguiendo luego a la ciudad imperial, el ataque prosiguió casa por casa a fin de no permitir descanso a los oponentes, penetrando poco a poco a la ciudad , la lucha fue incesante y agotadora.
Hernando Pizarro sugirió entonces retomar la fortaleza de Sacsahuamán, punto fuerte de donde provenían los ataques comandados por Vila Uma para cuyo efecto optaron por un ardid del presunto abandono de la ciudad por el camino de Chinchaysuyo, consiguiendo que los incas salieran tras ellos, siendo retomada por los castellanos, esta batalla habría de durar tres días, esta fortaleza fue recuperada a fines de mayo de 1536.
En vista de la situación en el Cuzco, Francisco Pizarro envío entre mayo y julio varias expediciones para auxiliar a sus hermanos, pero todas fueron destruidas por Quisu Yupanqui, que operaba en la sierra central.
  • La primera al mando del Capitán Gonzalo de tapia la deshizo en la sierra de Huaytará.
  • La segunda al mando de Diego Pizarro La destruyó en Parcos.
  • La tercera comandada por el Capitán Juan Mogrovejo de Quiñones, igualmente en Parcos.
Pizarro al conocer estos desastres, solicitó auxilio a otros dominios, incluso a su rival Pedro de Alvarado, el cruel Gobernador de Guatemala.
  • La cuarta expedición comandada por el capitán Alfonso de Gaete fue desbaratada en Hatún Jauja, luego de de la deserción de Cusi Rimachi otro hijo de Huayna Capac.
  • La quinta expedición comandada por Francisco de Godoy quie siguió el camino de Jauja al enterarse de lo ocurrido a Gaete, no tuvo valor de enfrentarse a Quisu Yupanqui, huyendo hasta la ciudad de Lima.
Manco inca Yupanqui que seguía batallando por tomar el Cusco, al conocer de los grandes triunfos de Cusi Yupanqui, le ordenó que marchara a Lima para destruir la fuerza española. Cusi Yupanqui siguiendo las órdenes del inca partió del valle de jauja con un efectivo aproximado de veinte mil hombres acompañado de: Páucar Huamán, Illa top; Yanqui Yupanqui, Puyo Huillca, Hualpa Roca, Apu Siloalla, Allin Songo Inca y otros capitanes.
Avanzaron sobre Lima en tres direcciones:
  • Por el camino norte, los tramas, Atavillos, Huánuco y Huaylas.
  • Por el Sur los Angaraes, Huancas, Yauyos, y Chavircos.
  • Cusi Yupanqui descendió de la sierra de Huarochirí por el pueblo de Mama.
Iniciándose así el asalto a Lima, durando poco ya que Cusi Yupanqui fue muerto por la arremetida de la caballería, cuando ya empezaba entrar por las calles.
Los indios aliados a los españoles fueron el sostén de este grupo español procediendo a replegarse las fuerzas rebeldes hacia el valle de Chillón y un segundo batallón por el camino de Huarochirí.
Poco después de la retirada llegó desde la región de Chachapoyas, Alonso de Alvarado y sus tropas, luego otros contingentes de las colonias hispanas que acudieron al llamado de auxilio de Pizarro, con lo que organizó un poderoso ejército experto en guerra contra indios.
Los incas decidieron defender la sierra central para evitar el avance de los españoles hacia el Cuzco.
Alonso de Alvarado partió el 8 de noviembre de 1536 al mando de ochocientos cincuenta hombres, además de tropas aliadas Huancas e inició la contraofensiva. Produciéndose el primer encuentro en el adoratorio de Pachacamac, donde fueron derrotados los incas tomando prisioneros a otros siendo cruelmente victimados.
Posteriormente hubo otro encuentro con la guarnición inca de Atún Jauja posesionándose de este valle.
Seguidamente vinieron los combates de Tarma, Chincaycocha, Angoyacu, Ayaviri y Huarochirí. asi mismo en Comas y Antamarca.
1.5.- RUMBO AL CUSCO DE LA CONTRAOFENSIVA
Reducida la resistencia Inca en la sierra central, probablemente en el mes de Marzo de 1537, Alvarado inició la marcha hacia el Cuzco.
Luego de poco recorrido tuvo que combatir en el puente de Huarichaca, produciéndose duros combates, que lo hostigaron constantemente produciéndose nuevos combates de Uripa, Curampa y Cocharapa, llegando a Cochacasa luego de un mes de marcha.
Casi al mismo tiempo, Diego de Almagro de regreso de Chile junto con Paullo Inca, acampó en el pueblo de Urcos e inició negociaciones con Manco Inca Yupanqui, para la ocupación del Cuzco.
Posteriormente, al constatar que Alvarado había acampado en Cochacosa y Diego de Almagro en Urcos, tentó la alianza con este para la ocupación del Cusco y apresar a los Pizarro. Pero tal negociaciones fracasaron por las intrigas de Paullu Inca, que aspira ceñirse la borla.
Rotas las negociaciones, Almagro y Paullo, el 8 de abril después de unas escaramuzas entraron en el Cusco y apresaron a los Pizarro.
Manco Inca retornó tambo y dispuso se levantara el asedio ordenando el repliegue de sus fuerzas hacia la región de Vilcabamba.
El 12 de Julio de 1537 tras la derrota de Alonso de Alvarado por Almagro, Manco Inca propone a Paullu luchar juntos para expulsar a los castellanos, siendo sarcásticamente rechazado.
El 15 de setiembre de 1537, parte Almagro y su ejército del Cusco llevando consigo prisionero a Hernando Pizarro, craso error que le costaría la vida en Julio de 1538.
1.6.- NUEVAS CAMPAÑAS INCAS
El año 1538 fue difícil para Manco Inca, ya que después de reprimir a los hunazas tuvo que enfrentar a los pizarristas, a loas de su hermano Paullu y otras huestes provincianas que luchaban contra su causa..
Luego de muchas batallas termina la campaña en el Collasuyo a fines de 1538 e inicios de 1539, desfavorables a Manco inca.1539, tal vez fue el año de las más ardua lucha y ferviente resistencia de Manco Inca, debido a los reveses que sufría sus tropas, quien tuvo que hincar una rápida retirada en la misma que dejó a su esposa la coya Cura Ocllo y su hermano Cusi Rimachi, capitán general de su ejército, quienes fueron prisioneros. Luego de que Pizarro ofreciera el intercambio de estos por su rendición y que fuera rechazada por Manco Inca se dio muerte a los infortunados prisioneros.
En el valle de Yucay la represalia contra el inca terminó con la quema de Vial Uma, Tisu Yupanqui, Taypi, tanqui Hualpa, Orco Huaranga, Atoc Suqui y otros.
Esta desgracia aumento el valor moral del Inca quien prosiguió la lucha, poniendo en zozobra a sus enemigos.
De marzo a julio de 1541 amenazó constantemente Huamanga y en el mes de octubre pretendió marchar al Cusco.
Entre los años 1542 a 1544 el ejército de Manco Inca quedó reducido a los efectivos del reducto de Vilcabamba, desecho la resistencia de Illa Topa en Huánuco.
Al parecer en 1544 el Inca quiso negociar con el Virrey Blasco Núñez de Vela, lo que su frustró por el asesinato de este.
A mediados de 1544 se pierde la huella de las actividades bélicas del inca después de los conatos de incursión sobre Huamanga y el Cusco, hasta que llegó la fatal noticia de que había muerto asesinado por los almagristas quienes había hospedado.
1.7.- MUERTE DE MANCO INCA
Para salvarse de las represiones de los Pizarro tras las batallas de Chupas, varios almagristas buscaron refugio en las montañas de Vilcabamba; ofreciendo sus servicios a Manco Inca; quien les brindó generoso asilo en su propia fortaleza.
Sin reconocer la hidalguía de aquel gesto, los refugiados tramaron, tiempo después el asesinato del, luego tomando como pretexto diferencia en el juegode herrón, cayeron sobre Manco Inca siete almagristas, atravesándolo a puñaladas. Los asesinos emprendieron fuga pero fueron alcanzados por la escolta del inca, a quienes dieron muerte.
El joven rey tuvo una larga agonía, pero aún así ordenó proseguir la lucha, muriendo luego en 1536
2.- SAYRI TUPAC INCA
Antes de morir, Manco Inca pudo designar como sucesor a uno de sus hijos, Sayri Tupac, que por entonces contaba con solo 10 años, y uno de sus tíos asumió la regencia.
Afín de obtener la adhesión de Sayri Tupac, el virrey prometió ricas recompensas, encomiendas (especialmente la de Yucay), y una posición social privilegiada. El hijo de Manco estaba a punto de aceptar esas ofertas, cuando la muerte de Paullu, en 1549, interrumpió las negociaciones. No fueron reanudadas hasta 1555, a través de la tía de Syri Tupac, Beatriz Collac.
Sayri acababa de ser coronado en Vitcos cuando decidió aliarse a los españoles: fue donde los nobles indígenas le tributaron los honores tradicionales; recibió el bautismo y una bula del papa que permitió desposar a su hermana. Los españoles veian en ela un sucesor de Paullu en el papel de Inca aculturado, esperaban que su ejemplo se contagiaría a los demás Indios refugiado en Vilcabamba. Pero tampoco se cumplió esta esperanza; en 1560, Sayri Tupac murió envenenado.
3.- TITU CUSI YUPANQUI
El Estado neoinca sobrevivió durante doce años hasta 1572. Después de partir Sayri Tupac, fue sedido por su hermanastro Titu Cusi Yupanqui (hijo natural de Manco), que asumió la jefatura de los indios disidentes. El nuevo Inca había pasado parte de su infancia en el Cuzo; teniendo aproximadamente 5 años en 1537, cayó en manos de los españoles, durante una expedición emprendida contra Manco; en 1541, este consiguió llevarse a su hijo a Vitcos. La estancia entre los españoles había dado a Titu Cusi cierto conocimiento de la cultura Europea, y le predisponía quizá a aceptar algunas influencias extranjeras; no obstante, al contrario de su hermanastro Sayri Tupac, prosiguió bravamente la política de resistencia de su padre. Pero la supervivencia del Estado neoinca[6]ponía el peligro la dominación Española sobre el resto del Perú.
El Inca rebelde controlaba hacia 1560 un inmenso territorio. En 1566 reorganizo la guerrilla en la ruta al Cuzco; firmo el tratado de Paz de Acobamba que permitió el ingreso de los misioneros a la zona rebelde, es posible que también impulsara el movimiento Taqui Oncoy.
4.- TUPAC AMARU I
A la muerte de Titu Cusy Yupanqui, asumió el mando Tupac Amaru, hijo menor de Manco Inca. . Los incas creían que su medio hermano se había visto forzado a admitir a los sacerdotes misioneros en Vilcabamba y que los españoles lo habían envenenado. En estos tiempos los españoles todavía no estaban advertidos de la muerte del anterior Uari Inca y habían enviado rutinariamente dos embajadores para continuar con las negociaciones en curso. El último de ellos fue el conquistador Atilano de Anaya quien tras cruzar el puente de Chuquichaca fue capturado y ejecutado junto con su escolta por el general inca Curi PaucarAl ser confirmada esta noticia por el cura de Amaibamba el nuevo virrey Francisco de Toledo decidió someter por la fuerza al reino de Vilcabamba.
Usando como justificación que los incas habían roto "la inviolable ley de todas las naciones del mundo: el respeto a los embajadores" el virrey declaró formalmente la guerra el 14 de abril de 1572.Posteriormente fue capturado y degollado en el Cuzco.
5.- MOVIMIENTO DEL TAQUI ONCOY
Fue un movimiento político y religiosos puesto que para los Incas la nocion de la religiosidad abarcaba todos los aspectos. Estaba estrechamente relacionado con la resistencia en Vilcabamba durante Titu Cusu Yupanqui. Taqui Oncoy significa "enfermedad de la danza o del canto". Los seguidores del movimiento anunciaban el regreso de la antigua religión, la revolución del Inca como hijo del sol y único gobernante del Tawantinsuyo. Pretendían restaurar el culto a las Huacas, las antiguas ceremonias, y ritos. Se extendió por Huamanga, Cuzco, Arequipa, Cocharcas, y Lima.
Este movimiento causo gran impacto entre los Españoles tanto fue así que la corona Española se vio obligada a enviar al Virrey Toledo. Esto se debió a que en el mundo andino la religiosidad abarcaba todo el aspecto social y entonces este movimiento comenzó a tener influencia hasta en las familias directas de los Incas que ya estaban sometidas a los españoles.


Bibliografía


ROSTWOROWSKY, María. Historia del Tahuantinsuyo. Lima 1999.
TORD, Luis Enrique. El sol de los soles. Lima 1998.
VEGA, Juan José. Los Incas frente a España .Ed. Peisa. Lima1992.
VILLANUEVA, Julio. El Perú en los tiempos modernos. Ed. Peisa.










LOS VIAJES DE PIZARRO Y LA INVASIÓN AL PERÚ

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PRIMER VIAJE

En 1524, con mucha ilusión por conquistar las ricas tierras del Perú, Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Hernando de Luque fundar en Panamá la Compañía del Levante. El fraile Luque representaba los intereses de Gaspar de Espinoza, principal financiador de la empresa. El gobernador Pedrarias también se incorporó aportando una apreciable cantidad de dinero.

A comienzos de setiembre del mismo año ya estaban listos dos barcos, el “Santiago” y el “San Cristóbal”. El día 13 zarpó el “Santiago”, al mando de Francisco Pizarro, con 112 españoles y algunos indios nicaraguas de servicio.
De Panamá se dirigieron a las islas Perlas, luego desembarcaron en Puerto Piñas, avanzaron por la costa colombiana hasta que llegaron a un punto que llamaron Puerto de Hambre, por que se acabaron las provisiones, y el barco “San Crisóbal” no aparecía para socorrerlos. Entonces Pizarro envío a Gil de Montenegro con el “Santiago” para recoger alimentos en las islas Perlas. Durante 47 días esperó el capitán en Puerto de Hambre. Cuando llegó Montenegro ya habían muerto más de 30 expedicionarios por la falta de comida.
A comienzos de 1525 se reanudó el viaje y llegaron al Fortín del Cacique de las Piedras, donde los españoles fueron recibidos con una lluvia de piedras y  lanzas, que dejaron varios heridos, entre ellos el mismo Francisco Pizarro. Dejando 5 desaparecidos, los sobrevivientes se reembarcaron y emprendieron el retorno hasta Chochama, al sudeste de Panamá.
Mientras tanto, Almagro ya estaba en camino con 50 hombres a bordo del “San Cristóbal”, y para su mala fortuna desembarcó en el Fortín de Cacique de las Piedras. Los indígenas los atacaron con fiereza. En el combate una flecha le cayó en un ojo a Diego de Almagro, quien por poco es capturado por los nativos. Un negro esclavo logró rescatarlo, pero el manchego quedó tuerto para siempre. Almagro mandó incendiar el fortín rebelde, que desde entonces es recordado como Pueblo Quemado.
Almagro buscó a Pizarro hasta el río San Juan, en los manglares colombianos. Al no encontrarlo regresó hasta las islas Perlas. Aquí se enteró que su compañero estaba en Chochama. Al reencontrarse se abrazaron y prometieron intentarlo de nuevo, pase lo que pase.

SEGUNDO VIAJE
Episodio de la Isla del Gallo, en el Segundo Viaje de Pizarro
Episodio de la Isla del Gallo, en el Segundo Viaje de Pizarro.
Pintura: Juan Lepiani.
En octubre de 1526, Pizarro y Almagro, con los dos barcos, partieron de Chochama hacia el Sur y llegaron al rio de San Juan. Mientras Almagro volvía por refuerzos a Panamá, el piloto Bartolomé Ruiz, exploró la costa sudamericana occidental hasta Coaque, en cuyo viaje capturó una balsa de indios tumbesinos con los cuales confirmó la existencia del Tawantinsuyo. Luego Pizarro avanzó con su expedición hacia la bahía de San Mateo y al río Santiago, a fines de julio de 1527, y luego llevó a sus hombres que se hallaban descontentos a la isla del Gallo, mientras enviaba los dos barcos a Panamá, con Almagro y el veedor Juan Carballo.
En una de las naves, los soldados descontentos, enviaron a la esposa del gobernador de Panamá un ovillo grande de algodón en cuyo seno iba una denuncia escrita, que terminaba con un texto que decía:
“A Señor Gobernador
miradlo bien por entero
allá va el recogedor
y aquí queda el carnicero”
Enterado del documento el gobernador de Panamá, Pedro de los Ríos, envió dos barcos a recoger a la fuerza a los expedicionarios, los mismos que llegaron a la Isla del Gallo a fines de setiembre de 1527. Al mando de ellos venía el capitán Juan Tafur, a recoger a todos los hombres. Entonces Pizarro, viendo a punto de fracasar su empresa, asumió un gesto heroico, desenvainó su espada, trazó una raya en la arena de la playa y les dijo a sus hombres: “Por este lado se va a Panamá a ser pobres, por éste al Perú a ser ricos, escoja el que fuere buen castellano lo que más bien le estuviere”. Sólo trece hombres atravesaron la raya siguiendo a Pizarro, los célebres “Trece del Gallo”. Los demás soldados se embarcaron con Tafur rumbo a Panamá, y éste trasladó a Pizarro y a su pequeñísima hueste a la Isla Gorgona.
Luego de estar en ella, solos, seis meses, en marzo de 1528, volvió el piloto Ruiz a la isla para recoger a Pizarro. Pizarro convenció a Ruiz para explorar el Sur y llegaron a la isla Santa Clara y a continuación a Tumbes, donde los españoles por primera vez encontraron una ciudad importante y civilizada con fortalezas, templos y murallas. Varios españoles descendieron a tierra y comprobaron la importancia de la ciudad y su elevada cultura y por lo que es más, confirmaron visualmente la existencia del Imperio del Tawantinsuyo.
Pizarro llamó a Tumbes, Nueva Valencia y luego navegó hacia el Sur por las costas del reino vasallo de Chimor, hasta llegar a la desembocadura del río Santa. El Tawantinsuyo había dejado de ser un sueño y un mito, había sido descubierto y Pizarro volvió en triunfo a Panamá.

LA CAPITULACIÓN DE TOLEDO


Al volver a Panamá con la noticia del descubrimiento del Tawantinsuyo, Pizarro tropezó con las dificultades que le puso y la casi oposición del gobernador, Pedro de lo Ríos, que quería impedir una nueva expedición, por lo que los tres socios decidieron negociar la conquista del Perú con el propio rey. Pizarro fue designado por sus socios como Procurador, es decir apoderado en el lenguaje de la época, y viajó a España con ese carácter, en octubre de 1528, acompañado del griego Pedro de Candia, llevando oro, plata, piedras preciosas, llamas y tejidos del Perú. En Sevilla, Pizarro fue apresado por antiguas deudas con el bachiller Enciso, todavía de la época de su estancia en el Darién. Logró salir libre gracias a la influencia de su pariente, Hernán Cortés, conquistador de México y éste lo ayudó para que fuera recibido en la corte. Allí se entrevistó en Toledo, con el propio rey, Carlos V, a quien expuso sus planes y pretensiones y negoció con el Consejo de Indias.
El resultado fue la firma de la Capitulación de Toledo, realizada el 26 de julio de 1529, que le autorizaba para la conquista del Perú. Por la corona firmó la reina Juana la Loca, madre de Carlos V.
Por esta Capitulación, Pizarro obtuvo la autorización para conquistar el Perú, fundar ciudades, dentro de los límites de su gobernación que abarcaría una longitud de 200 leguas a lo largo de la costa sudamericana del Pacífico, a partir del río de Temumpalla (Santiago) en el norte del Ecuador hasta Chincha, en la costa central del Perú. Se le dio el título de Adelantado, alguacil mayor, gobernador y capitán general del territorio adjudicado y un sueldo de 725.000 maravedíes por año.
Por la misma capitulación Diego de Almagro ganó la jerarquía de hidalgo, fue nombrado gobernador de la fortaleza de tumbes y se le concedió una renta de 300.000 maravedíes al año.
Hernando de Luque, en virtud del Real Patronato, fue propuesto al Papa como Obispo de Tumbes y protector de los indios. A Bartolomé Ruiz se le nombró Piloto Mayor del Mar del Sur y a los trece valientes españoles de la Isla del Gallo se les dio el status de hidalgos y se les designó Caballeros de la Escuela Dorada.
La Corona por su parte tendría derecho al quinto real, el 20% de las riquezas que obtuvieran los españoles, con el despojo de los indios.
Esta Capitulación, como vemos, privilegió a Pizarro y postergó a Almagro y a Luque y fue el origen de las futuras desavenencias entre los tres socios.

El Tercer Viaje de Pizarro

De Panamá a Piura
Partieron de Panamá en enero de 1531, tocando como primer punto la bahía de San Mateo, de donde continuarán su viaje por tierras a través de la región de Coaque. En esta zona fueron atacados por el mal de las verrugas y aún se encontraban en este camino cuando el cacique Tumbalá los invitó a visitar su isla Puná, isla en la cual Pizarro terminará cerciorándose de que el Imperio de los Incas se debatía en guerra civil.
Llegaron a Tumbes en enero de 1532. Al llegar a esta ciudad, Pizarro le ordenó a Hernando de Soto que tomara preso al cacique Chilimasa en represalia porque los tumbesinos lo habían atacado. De Tumbes se trasladaron a Poechos donde su cacique Maizavilca le obsequió a don Francisco Pizarro a uno de sus sobrinos, al que le llamaron Martinillo.
Estando ya en el valle de Chira, en el lugar llamado por los indios Tangarara, Pizarro funda la primera ciudad española en nuestro país, con el nombre de San Miguel (15 de mayo o julio de 1532). También en este lugar construyeron un fuerte donde se quedaron 60 hombres a las órdenes de Sebastián de Benalcázar.
Marcha de Piura a Cajamarca
Partieron en setiembre de 1532. Acompañaban a Pizarro 110 hombres de infantería y 67 de caballería. Después de avanzar por la costa hacia el sur y por Saña levantar a Cajamarca, entrarán a esta ciudad el 15 de noviembre de 1532 e inmediatamente Pizarro le ordenó a Hernando de Soto y luego a su hermano Hernando Pizarro que fuesen a los baños del Inca (Pultamarca) a invitar a Atahualpa a cenar esa noche en Cajamarca, pues Pizarro tenía pensado tomar preso al Inca en plena ceremonia.
Atahualpa no aceptó la invitación para esa noche, sino para el día siguiente, Atahualpa ya estaba en la plaza de Cajamarca y los únicos que se le presentaron por parte de los españoles fueron: Hernando de Aldana, el traductor Martinillo y el dominico Valverde.
Bibliografía:
- HAMPE Martínez, Teodoro. La conquista y la temprana colonización.
- DEL BUSTO, Antonio. La conquista del Perú.
- VARÓN, Rafael. La ilusión del poder: apogeo y decadencia de los Pizarro.


continuación disfruta de los vídeos de la Conquista del Perú, estos reportajes fueron visto en el programa "Sucedió en el Perú" por canal 7.